Semana Santa de Carcabuey: «Domingo de Ramos»
«En 1995 nació la hermandad más joven de la Semana Santa de Carcabuey, nuestra cantera cofrade que ya es mayor de edad»
Fue allá por el año 1995 cuando la Hermandad de Nuestro Padre Jesús en su Entrada Triunfal a Jerusalén realizó su primera procesión por las calles de Carcabuey, siendo así la hermandad más joven de la Semana Santa de Carcabuey.
El pórtico de la Semana Santa, en todas las poblaciones de tradición cofradiera siempre se abre con la procesión de la borriquita, pero en la Semana Santa de Carcabuey, el Domingo de Ramos durante muchos años estuvo huérfano de procesiones, y pasó sin pena ni gloria hasta el año 1995. La tradición era la realización de una improvisada procesión de niños con ramas de olivo bendecidas previamente, que hacían un corto recorrido hacia la fuente del castillo desde la Iglesia de la Asunción.
Fue tras la revolución que sufrió nuestra Semana Mayor en los años ochenta del siglo XX, cuando la Agrupación de Cofradías quería cambiar esa imagen que hasta el momento había tenido este primer día de la Semana Grande. Así fue como uno de los miembros de la Agrupación, Narciso Caracuel Luque, en el año 1993 pensó que era el momento de iniciar el proyecto acariciado desde hacía años de tener una procesión de La Borriquita, y comenzó con la gestiones.
Encontró los primeros obstáculos en la figura del entonces párroco D. Rafael Serrano Ortiz, aunque esto no fue problema para Narciso que continuó casi de forma clandestina con la idea, ya que consideraba que esta era la forma de crear cantera y contribuir al futuro de la Semana Santa de Carcabuey con la incorporación de los más pequeños.
Felizmente el proyecto siguió adelante, y se contrató los servicios de los talleres de imaginería de Olot en Gerona, que enviaron varios modelos de imágenes para elegir, decidiéndose por el modelo 312 del catálogo. Una imagen de Jesús en la Borriquita de 1.80 metros de envergadura y 225 kilogramos de peso fabricada en pasta de madera y que en la época costó cuatrocientas ochenta y cinco mil pesetas, a abonar en plazos y que se convino estar pagada antes de salir de los talleres. Fue la Agrupación de Cofradías la que se hizo cargo del pago, junto con pequeños donativos de todo el pueblo.
En febrero de 1995 el pago se consumó, y llegó el momento del transporte, para lo que la empresa pedía muchos requisitos, Narciso no tuvo otra opción que encargar su transporte hasta Carcabuey a una agencia de transportes, con lo que eso conlleva. Fue UPS la que aceptó el reto que suponía el transporte de una imagen de esas dimensiones, con un plazo de entrega de veinticuatro horas y ofreciendo un seguro de daños que por un pequeño suplemento de treinta y cinco pesetas sobre el porte, respondían por unos daños de quinientas mil pesetas, que daban incluso para comprar otra imagen, si la primera resultaba dañada.
Tras una conversación con el jefe de los talleres de imaginería que puso a Narciso de loco por el poco habitual método de transporte y la tensa espera del proceso de entrega de tan valiosa mercancía; fue de buena mañana y casi a oscuras cuando al abrir la puerta Narciso se encontró de cara con un “tío enorme montado en un caballo” con tan solo un papel de seda como embalaje. La imagen fue trasladada a la iglesia de San Marcos para comprobar los posibles daños por temas del seguro, y comprobar satisfactoriamente que no tenía el más mínimo rasguño.
La llegada no estuvo exenta de de problemas, ya que la noche anterior a la llegada de la imagen, se convocó una reunión extraordinaria de la Junta Directiva de La Agrupación, con la asistencia del cura que volvió a reiterar su negativa ante la llegada de la imagen, a lo que Narciso contestó: “La Borriquita llega a Carcabuey mañana, tanto si tú quieres acogerla en la iglesia, como si no; si no la acoges, saldrá de mi casa o de cualquier otra, pero el Domingo de Ramos de este año habrá procesión de La Borriquita”.
Como siempre los inicios son duros, y debido al presupuesto, es la Agrupación de Cofradías la que se encargará de la procesión, que se realizará por primera vez con las andas prestadas de la Virgen de la Aurora. Serán entonces Narciso y su mujer María Ángeles Barranco Montes, los que se encarguen de reunir a un grupo de gente sin vinculación a la Semana Santa de Carcabuey hasta el momento, para llevar el peso de esta nueva hermandad como es costumbre en nuestro pueblo.
Diseñan un cortejo procesional en el que se lucirán túnicas marfil y capa granate, como los colores de la imagen, diseñadas por Taté Martos, las túnicas serán cortadas en la confección de Pedro “Chocolate”, las capas cortadas de madrugada por Narciso y María Ángeles en el suelo de su casa, y luego cada hermano cosería la suya.
El futuro de las tradiciones tendría por tanto continuidad en Carcabuey, ya que la hermandad tuvo gran acogimiento, con la inclusión de gran parte de las madres del pueblo que se apuntaron junto con sus hijos, e incluso las abuelas de estos. Llegando a tener hoy en día algo más de doscientos ochenta hermanos, la mayoría de ellos niños, con un nutrido grupo de costaleros jóvenes que portan las andas de aluminio plateado estrenadas en 1999. La Iglesia de San Marcos fue su punto de salida hasta dicho año, aunque debido al recién estrenado trono las dificultades para su salida por el estrecho pórtico de la iglesia provocaron que se trasladara a la parroquia, de la que sale el Domingo de Ramos por la tarde, exceptuando en el año 2000 que salió el lunes a causa de la lluvia caída el día anterior.
La hermandad más joven de nuestra Semana Santa de Carcabuey, que ya se ha hecho mayor, y en la que muchos dimos nuestros primeros pasos, un explosión de color y la algarabía propia de los más pequeños que están deseando que llegue el tan ansiado Domingo de Ramos.