El Toro de Carcabuey en la Historia
Se pierde en la nebulosa del tiempo la historia del Toro de Cuerda en Carcabuey, todo empezó allá por el siglo XVII cuando debido al máximo esplendor de las Hermandades de la Virgen de la Aurora y la Virgen del Castillo, así como en la festividad del Día de los Cuernos, celebrada en honor a San Marcos, y de la cual os contamos algo en otro post.
Según cuenta la historia esta tradición se remonta a los tiempos en los que para transportar las reses no existían camiones y había de hacerse guiándolos o con caballerías, para su sacrificio y posterior venta en el matadero, momento en el que los mozos empezaron a pedir permiso a las autoridades para poder divertirse con los animales antes de su llegada al matadero, y de ahí nació, lo que ahora para nosotros ya es una tradición en varios pueblos de España.
Los primeros datos que evidencian la celebración de dichos festejos se corresponde con la mención en un pregón de las fiestas de la Aurora, en el que se fecha la compra de una res a principios del siglo XVIII, para su posterior ensogado y participación en los encierros por la calles de nuestro pueblo.
Da la casualidad, de que en dicho siglo tenemos diversos datos de la existencia en Carcabuey de varias ganaderías de reses bravas, como fue la de la familia Lozano y la de los Benítez Cubero, lo que nos hace pensar que fue la época en la que se instauró de forma más fehaciente dicha tradición, que dura hasta nuestros días.
Nada tiene que ver el recorrido urbano, que conocemos hoy en día, con lo que fue antaño dicha fiesta, ni el tamaño de las reses bravas, que ha ido aumentando desde la celebración en Carcabuey del IV Congreso Nacional del Toro de Cuerda. Dicho recorrido de unos 750 m que discurre por las principales calles de nuestra localidad y en el que destaca el vallado de la calle Santa Ana para disfrute de los visitantes, mientras en las demás calles solo permanecen valladas las salidas, con lo que los mozos buscan refugio en rejas y balcones. Pues bien, los más ancianos del lugar y muchos de los que pasan la veintena conocen que antiguamente el toro era libre para recorrer todas las calles de la localidad, solamente las salidas a las carreteras del pueblo se bloqueaban con camiones para evitar males mayores.
También tenemos constancia de la realización de este festejo tanto en las instalaciones del antiguo molino situado en lo que se conoce como “Los Trujales” e incluso se llegó a realizar la suelta de reses en el Campo de Fútbol, como anécdota recordar que ese año se escapó la vaca, que decidió realizar una excursión por las huertas cercanas y tras una larga búsqueda a caballo, hubo de ser sacrificada sin más remedio.
Como ya es costumbre en nuestra localidad ni el franquismo pudo con el Toro de Cuerda, al igual que sucedió con la Pascua los Moraos, solamente con el cambio de denominación de la fiesta de Fiesta Taurina a Fiesta Tradicional, se pudo salvar dicha costumbre. Solo se dejó de realizar esta fiesta del Toro, no hace mucho y debido a la denuncia de un vecino de la localidad, que consiguió la enemistad de más de un convecino y al que se le realizó una suelta de un macho de cabra ensogado en la puerta de su casa, para recordarle dicha prohibición.
Hubo una época en la que solo quedó la suelta de vacas en las Fiestas en honor a la patrona de Carcabuey, la Virgen del Castillo, y se perdió la realización de dichos festejos en las fiestas de la Aurora, que volvieron a recuperarse a principios de los años 70, como curiosidad, destacar la realización de corridas de toros en lo que hoy es el Parque Municipal, en el que se construía una plaza rudimentaria de troncos para la celebración de corridas y de la cual salió la leyenda del “Al olivo, al olivo que te azuzo el mono” grito escogido por la gente de Priego para meterse con los de Carcabuey, ya que dicha plaza de toros contaba con un olivo en el centro y la respuesta no era otra que «Al agua la Pandueca».
Podemos afirmar que esta fiesta que hoy en día se celebra enmarcada en las fiestas en honor de la Virgen de la Aurora (21, 22 y 23 de Agosto) y las fiestas de la Virgen del Castillo (6, 7 y 8 de Septiembre), se ha convertido en una de las mayores atracciones de la localidad, que para la ocasión llega a duplicar la población, y que confirma el carácter abierto y hospitalario de los carcabulenses.
Os invitamos a que una vez más disfrutéis de Carcabuey y su “esencia cordobesa” y que si aún no habéis tenido la oportunidad de conocer esta fiesta no lo dudéis, es una fiesta taurina, en la cual se trata de la mejor manera posible al toro y en el que los mozos de cuerda, son los encargados de guiar al toro por nuestras calles, pero no dudarán en expulsar del recorrido a cualquiera que agreda al animal, ya que lo que se persigue es disfrutar de la belleza del Toro bravo en el enclave majestuoso de las Sierras Subbéticas y en especial de Carcabuey.